Érase una vez una familia de viejos hermanos solterones que vivían más en el Pasado que en el presente, por eso todo el mundo los llamaba los Sres. De Pretérito, que es una forma más “finolis” de decir Pasado.
1.- Don PRETÉRITO IMPERFECTO soñaba que vivía en un mundo mejor y que la Sra. Realidad que habitaba en el sótano era una mujer gritona, sucia y vulgar. Él siempre evitaba encontrarse con ella porque temía un enfrentamiento. Para Don PRETÉRITO IMPERFECTO la imperfecta era la Sra. Realidad y para la Sra. Realidad el imperfecto era el pobre y loco soñador que no se enteraba de nada. Y así le iba.
2.- Don PRETÉRITO PERFECTO SIMPLE siempre fue un hombre resuelto y decidido, de ideas fijas. Un remoto antepasado suyo, LLEGÓ, VIO y VENCIÓ. Para Don PRETÉRITO PERFECTO SIMPLE lo que pasó pasó y lo que tuvo que ser fue. Nunca se arrepintió de lo que dijo e hizo. Él también, como su antepasado, el señor JULIO, alias el César, vio, llegó y venció. Aunque nunca convenció a nadie.
3.- Don PRETÉRITO PERFECTO “A SECAS” era primo hermano del Sr. PRETÉRITO PERFECTO SIMPLE. Pero, a pesar de ser tan perfecto como su primo, no era tan simple como este. Este Don Pretérito, un hombre importante y poderoso siempre se hacía acompañar de seis escoltas con los que iba a todas partes, incluso al baño. Estos seis escoltas nunca se supo de dónde procedían porque tenían nombres muy raros que sonaban a idioma inventado. Eso sí, debían de ser todos familia porque se parecían bastante. Sus nombres eran: he, has, ha, hemos, habéis, este quizás adoptado, y han. Don PRETÉRITO PERFECTO tenía una madre posesiva y controladora que continuamente le preguntaba: “A ver, Pretérito, ¿Adónde has ido ahora?, ¿Dónde has estado?, ¿Con quién has estado?, ¿Por qué has vuelto tan tarde esta noche? ¿Has vuelto a beber?, ¿Acaso has vuelto a ver a esa pelandrusca?, ¿Has bajado la basura?…Don PRETÉRITO PERFECTO era un hombre de paciencia infinita.
4.- Don PRETÉRITO PLUSCUAMPERFECTO ocupaba dos pisos del edificio de lo largo que era. Era un tipo estirado y de ceja alta que no caía muy bien entre los suyos (tampoco fuera de los suyos) porque siempre se estaba pasando de listo. Él había estado en muchos países, había recorrido mundo, había conocido a personajes ilustres, había ido y había vuelto. Sus hermanos, los otros pretéritos habían acabado por hartarse del listillo del “Plusqui” y habían acabado por dejarlo solo con sus “habías”. Y es que había un límite para todo.
Varias calles más allá de la calle de PRESENTE, vivían otros dos hermanos llenos de planes que casi nunca llevaban a cabo. Uno se llamaba FUTURO SIMPLE y el otro FUTURO COMPUESTO (o perfecto según otras fuentes). Eran hermanos de distintos padres y madre común, Doña “PRESENTA”.
Para el FUTURO SIMPLE su lema vital era: “Hoy no, mañana”. Mañana iré al banco, mañana pagaré la multa, mañana haré la compra, mañana me buscaré novia, mañana te pagaré lo que te debo, mañana seré mejor persona que hoy me viene mal…Mañana, siempre mañana. Nunca le dio por pensar que un día mañana será tarde.
Don FUTURO PERFECTO también vivía en el mañana. Pero era un mañana preciso y planificado al milímetro, y de ahí su apellido, Perfecto. Mañana a las diez habré ya desayunado, a las tres habré salido del trabajo, a las ocho habré regresado de mi paseo y antes de las once me habré acostado ya. En fin, una vida sin sorpresas la de este hombre.
Los señores de “Condicionalez” vivían en paradero desconocido, de ahí que muchos dudaran incluso de su propia existencia. No obstante, algunos aseguraban haberlos visto, pero nunca sabían precisar dónde. En todo caso todas las sospechas apuntaban al barrio de INDICATIVO, igual que los señores de pretérito o los de futuro o el propio y siempre escurridizo Don Presente.
El Sr. CONDICIONAL SIMPLE podría haber sido lo que se hubiera propuesto, pero las eternas dudas acabaron con todo su “potencial”. ¿Iría mejor por esta calle o por la otra?, ¿Debería torcer a la derecha o a la izquierda?, ¿Debería cruzar ahora o después de que pase ese coche rojo? Mañana podría ir al cine, o ¿Sería mejor quedarme en casa? Si el tiempo mejorara tal vez podría salir a dar una vuelta. ¿Haría la compra el martes o mejor el jueves? ¿Se atrevería alguna vez a hablar con ella?, Vamos, que el Sr Condicional, aparte de exasperar a los camareros con un tomaría interminable, decididamente, no era un hombre decidido.
El Sr. CONDICIONAL COMPUESTO se lamentaba siempre a toro pasado. Habría comprado ese abrigo, pero se me olvidó la cartera en casa. Habría ido a visitarla, pero se me estropeó el coche justo el día antes. Habría quedado contigo si no me cayeras tan mal. Me habría emancipado de mi hermano si el pobre no fuera tan indeciso. Habría viajado más si no me dieran pánico los aviones, los trenes, los coches y los caballos. Te habría podido llegar a querer si no fueras tan difícil de mirar… Don Condicional Compuesto habría sido un tipo estupendo de haber vivido en un mundo tan perfecto como él: un mundo sin condicionantes.
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